La mayoría de reformas de cocina se producen en verano

La demanda de reformas de cocina se multiplica en junio respecto a otros meses del año, situando a este mes como el pico anual, seguido de septiembre. Así lo señalan desde la Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC). Y es que el verano es la época perfecta para las reformas por los cambios de ritmo, de hábitos, de horarios, los días más largos y las ausencias por vacaciones. Además, el clima cálido facilita el secado de los materiales y agiliza los trabajos.  (Imagen de cabecera Rekker).

Para aquellos que estén pensando reformar su cocina, desde la Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC), sus empresas asociadas y su idea de “La Buena Cocina Hecha en Casa”, comparten seis claves para las reformas de cocina este verano.  

1. Antes de en estilos, pensar en cómo se usa la cocina 

Cada cocina cuenta su propia historia. Por eso, el primer paso no es elegir colores o acabados, sino entender cómo se usa ese espacio cada día. Así, considerar quién cocina más, a qué hora, o cuántas personas conviven en torno a ella es una buena manera de comenzar. Una reforma empieza por escuchar y observar. Solo así es posible crear un espacio que se adapte de verdad a la rutina de cada hogar.

2. Imaginar la cocina antes de las reformas

Hoy, la tecnología permite adelantarse al resultado. Programas que permiten recrear la cocina de nuestros sueños en 3D, hacen posible visualizar el proyecto antes de mover nada. Así, se prueban materiales y colores y se confirman o descartan ideas antes de invertir tiempo y dinero. 

AMC recomienda proyectar la iluminación desde el inicio: la luz general, funcional y ambiental; y definir la ubicación de enchufes y tomas en función del espacio disponible.

Como regla general la distribución clásica de una cocina incluye la división de las tres zonas de trabajo —cocción, fregadero y almacenaje—. No obstante, desde AMC destacan una evolución con un enfoque más funcional basado en 5-7 zonas adaptadas a los nuevos estilos de vida y necesidades tecnológicas. Evidentemente, ello dependerá también del espacio existente. Entender esas zonas y distribuirlas correctamente mejora la funcionalidad y evita errores como colocar el fregadero muy cerca de la placa o no dejar una superficie de trabajo suficiente entre zonas.

3. Nuevas necesidades, porque las circunstancias cambian

Con el tiempo, las rutinas evolucionan y las necesidades también. Lo que antes era una cocina para uno, ahora puede ser un espacio familiar. O quizás al revés. Las cocinas, como la vida, no son estáticas. Por ello, una reforma suele surgir como respuesta necesidades y cambios, como la ampliación de la familia, la llegada de nuevos compañeros de piso, nuevos hábitos alimentarios o incluso teletrabajar. Rediseñar este espacio es, en muchos casos, una forma de acompañar esa nueva etapa con confort, eficiencia y sentido práctico.

4. Aprovechamiento del espacio

Teniendo en cuenta las dimensiones medias de las viviendas, cada vez más reducidas, es importante tener claro que la falta de espacio no tiene por qué estar reñida con la funcionalidad práctica. La clave está en aprovechar cada centímetro de forma eficiente. Para ello exissten desde sistemas escamoteables que permiten ocultar zonas de trabajo y mantener una estética ordenada, hasta herrajes giratorios para rinconeras o cajones de líneas rectas, que suman y ayudan a optimizar las zonas.

Hasta detalles como un sifón para ahorrar espacio bajo el fregadero pueden permitir instalar sistemas de reciclaje o almacenaje adicional. Una distribución pensada al detalle puede conseguir que el espacio parezca el doble y se sienta el triple de cómodo.

5. Adaptar la cocina a las propias necesidades 

Cada persona cocina de forma distinta, y eso debería reflejarse en el diseño. Una cocina bien diseñada no es solo estética, también debe ser ergonómica, accesible y personalizada. Por eso, hay que tener en cuenta detalles de si quien más cocina es zurdo o diestro, la altura de la encimera, la orientación de la luz, el número de personas que la usan a la vez o incluso si se cocina de pie o con apoyo.

AMC recuerda que ajustar la encimera entre 10 y 15 cm por debajo del codo de quien cocina habitualmente puede evitar dolores de espalda. 

6. Materiales duraderos y sostenibles

Una reforma supone también una buena oportunidad para apostar por materiales sostenibles, procesos responsables y productos duraderos. Los materiales deben ser seguros, fáciles de limpiar, resistentes al uso diario y, por supuesto, libres de sustancias nocivas. Porque elegir con criterio es también cuidar de quienes viven ese espacio a diario. 

En resumen, el verano es un buen momento para reformar la cocina. Por eso, apostar por una reforma bien pensada, con el respaldo de profesionales y marcas de confianza, es apostar por calidad de vida, funcionalidad y bienestar.

*Para más información: www.amcocina.com

Cocina Integral

16.06.2025