El estudio Zentrum y el interiorista Josep Boix han llevado a cabo Casa G, un proyecto ubicado en el valle de la Cerdaña que reivindica la simplicidad de los materiales nobles en ambientes rústicos a partir de soluciones a medida y sin renunciar a las últimas tendencias de interiorismo.

La casa, de 140 m² dividida en dos plantas, se ajusta al desnivel del terreno y deja ver las vistas de las montañas del pirineo. En cuanto a la distribución interior, se ha atendido a las necesidades a la familia que la habita, una pareja joven con tres hijos adolescentes que buscaban estancias limpias, cuatro habitaciones dobles y un porche amplio para disfrutar tanto de momentos íntimos como de encuentros con amigos. La clave para conseguirlo ha sido optar por la funcionalidad y el confort creando un interior que aprovecha cada centímetro del espacio y apenas incorpora pasillos.
Siguiendo el estilo del proyecto arquitectónico de la fachada, el proyecto de interiorismo de Zentrum apuesta por una paleta de materiales naturales que plasma la personalidad de la casa: piedra, hierro, madera de roble natural y microcemento.
Estos materiales establecen un diálogo y, en combinación con la luz, tanto natural como artificial, generan una atmósfera de calma y sofisticación. Por su parte, los suelos continuos de microcemento y los revestimientos de roble en paredes y techos consiguen unidad visual, a la vez que conectan cada estancia con la siguiente de manera coherente.
La iluminación es otro de los elementos que actúa como guía del proyecto. La luz natural incide en una transición sin barreras con soluciones de retroiluminación y lámparas de diseño puntual que proporcionan calidez y ritmo.
La cocina de Casa G
La cocina se sitúa en un gran espacio abierto en el que también confluyen el salón y el comedor. Todas estas estancias se comunican de manera funcional y visual mediante transiciones sutiles que dan lugar a un conjunto donde cada elemento se ha trabajado con delicadeza. Un artesano local se ha encargado de realizar a medida la carpintería interior, consiguiendo optimizar cada rincón.
Una mampara de hierro y cristal distingue la cocina del resto del espacio en un diseño que hace posible la continuidad y la transparencia, acotando olores y sonidos sin afectar a la sensación de amplitud.
La estancia se compone de un mueble de cocina diseñado a medida en madera de roble natural, una gola de hierro y una encimera en Basalt Black de Neolith. Además, cuenta con un cerramiento de cristal y estructura de hierro diseñado por el estudio.
La atención a los detalles se ve ejemplificada en los jarrones de cerámica, de Zentrum, las tablas de madera de cortar, de Taller de las Indias, el paño de cocina, de Azul Tierra y la selección de botes y utensilios de cocina, de Zara Home.

*Para más información: zentrumbcn.com