HEMEROTECA
29 diciembre, 2020
Durante este año atípico se ha puesto el foco de atención en la cocina como símbolo del hogar. Por consiguiente, han aumentado las exigencias de individualidad y confort en ese espacio. Para Thomas Pfister, diseñador de la marca premium internacional next125, el color es un elemento creativo que permite poner una nota personal en la decoración. Además, en la siguiente entrevista comparte sus consejos para lograr más colorido en la cocina.
Entrevistador: ¿Cómo se explica la tendencia hacia el uso de más colores en la cocina?
Thomas Pfister: El deseo de poner más color en la cocina tiene mucho que ver con la fusión de las distintas áreas de la vivienda. Tradicionalmente, a partir del trabajo de la arquitecta vienesa Margarethe Schütte-Lihotzky, la cocina era una zona aislada del resto de lo que ocurría en la casa. Una «taller del cocinero» por así decir. La continua e intensa actividad constructora ha impulsado un gusto por abarcar distintas áreas vitales. Como es natural, hoy en día se plantean unas exigencias a las cocinas abiertas. Muy diferentes en cuanto a confort e individualidad. La decoración ha de ser acogedora, armónica y acorde al resto del mobiliario. Jugar, para ello, con el color es una solución perfecta. Hace acogedora la cocina al tiempo que le da su carácter individual.
E: ¿Qué efectos podemos conseguir con el color?
T.P.: Los colores influyen sobremanera en nuestro estado de ánimo y bienestar. Pueden tener, igualmente, un efecto positivo en nuestra experiencia de cocinar y crear un ambiente que despierte el apetito. Además, son perfectos para subrayar el estilo de una cocina.
En cocinas de líneas puras y claras, los tonos discretos y apagados como el beige Sáhara o el negro ónix resultan muy elegantes. Si se desea, se puede poner aquí un contraste con un chapado llamativo de madera, que aporta calidez. Lo importante es no escoger demasiados colores y materiales, sino mantener un diseño discreto.
E: ¿Qué hay que tener en cuenta?
T.P.: A la hora de seleccionar un color es importante plantearse primero algunas preguntas centrales. Las características del espacio son, naturalmente, esenciales. Si este es cerrado, más bien pequeño y con poca luz, no tiene mucho sentido elegir colores oscuros. Ello haría parecer aún más pequeña la cocina. En cambio, apostar por unos colores claros y amables como el beige o tonos pastel es la opción perfecta. En plantas amplias y diáfanas, o en proyectos minimalistas y cúbicos, no pasa nada si los muebles son algo más oscuros. Ello realza la arquitectura del espacio.
También recomiendo que se piense en la atmósfera que se quiere crear. El negro ofrece un aspecto elegante. ¿Preferimos un diseño atemporal o natural? En ese caso los tonos neutros o verdes son perfectos. ¿Buscamos una atmósfera sugestiva y estimulante? Entonces valdría la pena poner algunos detalles en rojo. Una vez que hayamos respondido a estas preguntas, tendremos que aclarar en qué medida queremos utilizar el color en la cocina. Así puede planificarse la armonía cromática de una cocina. O destacar elementos muy concretos como, por ejemplo, una isla.
E: ¿Qué tendencias observa actualmente respecto a los colores?
T.P.: El blanco como color para la cocina sigue siendo popular y es un color que nunca pasa de moda. Otros tonos neutros como los grises y los negros, así como tonos coloridos más llamativos, también gozan de cada vez más popularidad. También se ven con cada vez más frecuencia superficies de madera, tanto en los frontales como en la encimera.
*Para más información: www.next125.com
29.12.2020
